La novela victoriana es una de las primeras cosas que nos viene a la mente al pensar en la época victoriana, junto a la ropa de las mujeres. No en vano, este momento histórico marcó el auge de la novela y si pidiéramos a cualquier experto literario que nombrase las diez mejores novelas de la historia británica, es altamente improbable que no hubiera más de una novela victoriana en su listado.
10 títulos famosos de la novela victoriana
Hacer una lista de este tipo es asegurarse de fracasar, porque las novelas emblemáticas de la época victoriana son demasiadas. No obstante, queremos hacer nuestro intento con 10 novelas muy famosas de la novela victoriana.
- «Drácula» de Bram Stoker
- «El libro de la selva<" de Rudyard Kipling
- «La isla del tesoro« de Robert Louis Stevenson
- «Moby Dick» de Herman Melville
- «Cumbres borrascosas« de Emily Brontë
- «El retrato de Dorian Gray» de Oscar Wilde
- «Oliver Twist« de Charles Dickens
- «Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas« de Lewis Carroll
- «El sabueso de los Baskerville« de Arthur Conan Doyle
- «Jane Eyre« de Charlotte Brontë
Características de la novela de la época victoriana
Es difícil dar una lista de características de la novela victoriana, porque lo cierto es que fue una época muy prolija en la que aparecieron novelas de todo tipo. En principio deberíamos decir que se trata de novelas realistas, en las que la trama es bastante verosímil. Destacan por ejemplo las novelas de Frances Trollope como «El vicario de Wrexhill» y «La viuda Barnaby». Sin embargo, notará el lector que esto es algo imposible de aplicar a «Drácula» o «Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas», por ejemplo.
En las novelas suele destacar la industrialización y la moral como temás de ambiente de fondo. La novela puede ir de una cosa u otra, pero rara es aquella en la que no se hace referencia a los avances tecnológicos, la razón o la moral. Por ejemplo, desde las críticas de Dickens a la explotación infantil en Oliver Twist, hasta la sátira que hace Thackeray de la aristocracia en Vanity Fair, hemos pasado prácticamente por todo el espectro social en dos novelas completamente diferentes.
Otra de las características importantes de la novela victoriana es la aparición de mujeres como autoras. Muchas de ellas tuvieron que empezar con pseudónimos masculinos, pero con el paso del tiempo, varias se ganaron el respeto del público. Un buen ejemplo de ellas fue George Eliot (Mary Ann Evans, 1819-1880), autora de novelas como El Molino del Floss o Middlemarch.