Un espejo victoriano es uno de los objetos más mágicos que puedes añadir a la decoración de tus habitaciones. Piensa en como imaginabas el espejo de la bruja malvada de Blancanieves y seguro que alguno de los espejos victorianos que te mostamos en esta página se le parecen. ¿Te atreves a mirar?
Siempre decimos que la época victoriana fue un momento histórico de gran racionalidad. La economía capitalista se iba abriendo paso y con ella los procesos eficientes. Pero en contraposición, algunos escritores victorianos nos regalaron historias fantásticas increíbles. En ellas, los espejos siempre disfrutaron de un gran simbolismo. El mejor ejemplo de ello, Alicia a través del espejo de Lewis Carrol.
Dónde poner un espejo victoriano
Un espejo victoriano puede complementar perfectamente la decoración de un hall, un comedor, un dormitorio o un salón. Si da pie para ello, el pasillo también puede ser una posibilidad, aunque en la mayoría de las casas, un espejo tan bonito no luciría lo suficiente.
Cuando vayas a colocar tu espejo, ten en cuenta la luz de la habitación. El espejo servirá para iluminar zonas que sean más oscuras o para dar profundidad a espacios que a primera vista parezcan angostos. Parece una tontería, pero si vas a poner un espejo victoriano en una habitación, asegúrate de que refleje algo que te guste o, al menos, que no refleje algo que no te guste. La estética es importante para nuestro ánimo, así que tenemos que usar las herramientas correctamente.
Por cierto, entre las cosas que no te gustan, incluye los focos del desorden.
Y ¿qué dice el feng shui? El feng shui teoriza sobre la energía de las estancias. Sus consejos sobre la colocación de espejos, además de lo que ya hemos dicho, que no solo lo dice el feng shui sino también nosotros gracias al poder de la lógica, son: 1) Si refleja tu cabeza, que no la corte, genera mal rollo y 2) No pongas un espejo enfrente de otro.