Las escritoras victorianas no lo tuvieron nada fácil. Muchas veces, debido al cine, imaginamos a las mujeres de la época victoriana como personas activas, aventureras y emprendedoras. Aunque estas personas existían, lo cierto es que el papel ideal de la mujer de la época era sumiso y pasivo. Debido a esto, muchas escritoras tenían que usar pseudónimos masculinos para poder cumplir su sueño de publicar novelas o escritos.
En esta página, queremos presentarte algunas escritoras victorianas, que no solo superaron los prejuicios de la época, sino que consiguieron que sus obras tuvieran gran aceptación y trascendencia.
Jane Austen
Hija de un reverendo anglicano, la vida de Jane Austen estuvo marcada por los problemas económicos que sus pretendientes tuvieron para ofrecer una dote. En sus primeras novelas, no aparecía su nombre, pues usó «Mrs. Asthon Dennis» para La abadía de Northanger que tardó más de una década en publicarse desde que consiguió venderla a una editorial, o apareció como «By a Lady» Sentido y sensibilidad.
Sin duda, su novela más conocida es Orgullo y prejuicio, con la que por fin se desveló el nombre de esta autora, aunque inicialmente no fuese por su propia iniciativa. Otras novelas de Jane Austen son: Mansfield Park, Emma y Persuasión.
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George Eliot

George Eliot era en realidad Mary Ann Evans, es decir, otra escritora victoriana que tuvo que hacerse pasar por hombre. Podemos decir que era una mujer rebelde con mayúsculas. Publicó con asiduidad en ‘Westminster Review‘, una publicación trimestral en la que los llamados Philosophical Radicals promovían el utilitarismo. De hecho, con el paso del tiempo Eliot se convirtió en la editora de dicha publicación. Pero la rebeldía de esta mujer no se limitó a la política, también hizo gala de ella en su vida privada al enamorarse y vivir con un hombre casado como George Henry Lewes.
En 1856 publicó Scenes of Clerical Life que en español encontrarás bajo el título Escenas de la vida parroquial. Se trata de una novela interesante porque permite ver cómo era la vida de provincias en la era victoriana.
Otras novelas de esta autora son Adam Bede (1859), The Mill on the Floss (1860), Silas Marner (1861), Romola (1863), Middlemarch (1872) y Daniel Deronda (1876).
Desde luego, si quieres leer algo de esta autora victoriana, nuestra recomendación es Middlemarch, una novela con mayúsculas, en la que seguirás las vicisitudes de tres parejas de la época victoriana: La de Dorothea Brooke, una joven ávida de conocimiento en una época en la que no se le estaba permitido, Rosamond Vincy, que se casa con un médico un tanto obsesionado con el método científico y Mary Garth, una mujer práctica que no duda en separarse de su pareja cuando las cosas no funcionan.
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Elizabeth Gaskell
Elizabeth Cleghorn Gaskell es otra escritora victoriana cuyas novelas son fantásticas para aprender y conocer mejor como era la sociedad de la época. En este caso, en lugar de usar un nombre de hombre, para publicar su primera novela optó por hacerlo de forma anónima. La misma fue Mary Barton, fruto en parte del dolor por el fallecimiento de su hijo. Esta novela tuvo éxito desde el primer momento, incluyendo alabanzas de autores reconocidos de la época como Dickens.
Otras novelas de esta autora son Cranford, Ruth, Norte y Sur, Sylvia’s Lovers, Cousin Phillis y Wives and Daughters: An Everyday Stor, la cual no llegó a completar debido a su fallecimiento en 1865.
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Charlotte Brontë
Charlotte Brontë nació en Yorkshire en el año 1816. Su propia vida fue como una novela ya que su padre murió siendo una niña, lo que tuvo como consecuencia que la enviaran junto a sus hermanas a un internado. Lamentablemente, las condiciones del internado eran tan lamentables, que los niños enfermaron de tuberculosis. De más mayor, viajó a Bruselas donde se enamoró de un hombre casado. La vida se impuso y la relación no fructificó.
Publicó novelas como Jane Eyre, bajo el pseudónimo Currer Bell y en la que se relata una historia inspirada en su propia historia amorosa en Bélgica, Shirley y Villette.
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Elizabeth Barret Browning
Elizabeth Barret Browning fue una de las poetisas victorianas más prominentes. Nació en 1806 en una familia acomodada, gracias a las propiedades que tenían en Jamaica e India. La abolición de la exlcavitud les perjudicó económicamente, pero para entonces Elizabeth ya se había formado y demostado un intelecto destacable. Aunque inicialmente se prometió a sí misma que nunca se casaría, vivió una interesante historia de amor con el también excritor Robert Browning.
Entre sus poemas destacan The Cry of the Children y Sonnets from the Portugesse.
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