El corset victoriano es una de las prendas de ropa paradigmáticas de dicha época. No solo porque aparezca en las películas y novelas definiendo la apariencia de las mujeres, sino porque también condicionaba totalmente los movimientos y, por ende, la actitud de la mujer victoriana.
- Comprar un corset victoriano
- Características del corset victoriano
- Historia del corset
- El corset victoriano
Comprar un corset victoriano
Un corset victoriano original es en realidad una antigüedad. Por ello, ponérselo es poco recomendable, ya que muy posiblemente se estropee la prenda. Por tanto, si quieres un corset victoriano para ponértelo, lo mejor es comprar una réplica.
En cuanto a los corsets originales, debes saber que también los hay de entre 1900 – 1910, es decir, de lo que hablando con propiedad sería la época eduardiana.
Corsets victorianos originales
Réplicas
Aquí te presentamos corsets hechos en la actualidad, pero inspirados en patrones o el estilo victoriano.


Características del corset victoriano
- Sus principales funciones son sujetar el pecho y reducir la cintura
- Daba la silueta de un reloj de arena
- Sustituyeron el metal por barbas de ballena
- Solían hacerse a mano, de hecho, en casa
- Llegaba algo más abajo de la cintura
Historia del corset
Aunque el corset victoriano es el típico en el que todos pensamos al hablar de un corset, la historia de esta prenda se remonta mucho más en el pasado.

Seguramente, la mira representación que tenemos de un corset es el de la Diosa de las serpientes que data del 1600 antes de Cristo y se puede ver en el Museo Arqueológico de Heraclión.
Ya en dicha figura se intuye que la principal función del corset es resaltar la figura femenina.
Si atendemos a la figura, el corset fue una prenda externa en aquellos primeros momentos.

El paso del tiempo nos lleva al siglo XV y Francia. En concreto a la figura de Agnes Sorel, amante del rey Charles VII de Francia quien revolucionó la corte por sus atrevidos vestidos. Muchos ven en la ropa con la que la inmortalizó Jean Fouquet en su pintura Vierge entourée de séraphins et de chérubins actualmente en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes. Aunque no podemos decir que dicha prenda sea un corset propiamente dicho, sí podemos ver indicios de la estética que otorga esta prenda.
Según Valerie Steele una de las mayores expertas en la historia del corset, en su libro The Corset: A Cultural History, los primeros corsets datan del siglo XVI.
Si lees otras webs en español, te dirán que estaban hechos con huesos de ballena. Es lo que pasa cuando traduces whalebones sin mirar un diccionario. No, no eran huesos de ballena que seguramente habrían sido un poquito grandes, sino barbas de ballena, es decir, las láminas córneas que salen del maxilar de las ballenas. Un equivalente lejano a nuestros dientes que a ellas les vale para filtrar el agua que ingieren entre otras cosas. La razón es que ademas de ser más flexibles que el metal, no se oxidaban con la humedad.
Con la llegada de la Revolución Francesa, el corset pasó una mala época. Los revolucionarios luchaban contra la aristocracia y esto incluyó sus formas de vestir.
Sin embargo, en 1800 el corset volvió a estar de moda. Poco a poco, fue evolucionando hacia las características del corset victoriano que hemos listado arriba.
En Google Arts and Culture puedes ver la exposición The Corset: Fashioning the Body.
El corset victoriano
El corset es una prenda muy polémica en lo que se refeire a la lucha por la liberación de la mujer y el feminismo. Sin embargo, su origen es mucho menos político de lo que ahora nos planteamos. El corset victoriano no es fruto de una invención del patriarcado para dominar a la mujer, sino de la insistencia del ser humano por gustar al sexo opuesto.
En el caso del corset victoriano, fueron las mujeres quienes adoptaron la prenda por ser pícara y provocadora. De hecho, en la época victoriana donde la moral era realmente estricta, muchos hombres importantes criticaron el corset. Seguramente los mismos que luego miraban a las mujeres con ojos libidinosos, pero así somos hombres y mujeres.
Tema diferente es el daño que el corset victoriano podía suponer para la salud. El exceso estrechamiento de la zona de la cintura, podía ocasionar si se llevaba con demasiada a el desplazamiento de órganos internos. ¿Fruto de la dominación de los hombres? Bueno, el ser humano ha hecho y sigue haciendo muchas cosas de dudosa conveniencia para la salud con tal de estar a la moda o verse más guapo.

Como curiosidad estética, hay que saber que las mujeres victorianas no querían ser demasiado delgadas. El objetivo de reducir la cintura del corset victoriano estaba en sintonía con resaltar el pecho y las caderas, más que con tener una talla diminuta.
Durante la mayor parte de la época victoriana, los corsets de la mayoría de la gente se hicieron a mano y en casa. Sin embargo, en la década de 1880 comenzó la fabricación masiva de corsets. Esto permitió que las clases no tan pudientes, tuvieran la opción de comprar la prenda sin necesidad de tener que fabricarla.
En cuanto al color, al principio de la era victoriana el corset victoriano más popular era el blanco. Durante el día, se podía llevar uno de tonos pastel, carne o como se quiera llamar, pero si se iba a vestir para la noche, el blanco era el color obligatorio del buen gusto. Sin embargo, a partir de 1850, con el descubrimiento de varios colorantes sintéticos fruto del desarrollo de la química, los colores en el vestido, incluido el corset, comenzaron a proliferar y estar de moda.
Si te gusta la ropa victoriana, no dejes de visitar nuestra página general sobre ella para ver todas las categorías.